Este año "La vuelta ciclista a España" ha sido algo más que un espectáculo que se puede ver en las calles o en la televisión.
Ha sido algo más porque hemos tenido la inmensa suerte de representar a la Fundación Carreras en la primera etapa en Sevilla (la contrarreloj nocturna).
Cuando Raissa y Belén nos llamaron para decirnos que si queríamos ir a representarles fue una sensación muy bonita; intento ayudarles en todo lo que puedo y, poder hacerlo de esta manera...
Esta es la historia de un día maravilloso en Sevilla:
Hacía mucha calor y, antes de llegar al sitio que nos indicaron, nos metimos en el "Bar Toro" para tomarnos un refresco; allí, hablando con uno de los camareros le dijimos el motivo por el que estábamos en Sevilla (dando un paseo a las cinco de la tarde en el mes de agosto, lo que es una locura). La cuestión es que cuando vamos a pagar nos dicen que estamos invitados, que era lo de menos... la verdad es que me quedé perplejo, pero la cara del encargado lo decía todo. Todo un detalle por su parte.
Después nos fuimos a "La torre del oro" donde habíamos quedado con el responsable de la vuelta (Vicente Férez; está bien escrito, es con "f").
Si el trato del bar fue estupendo, no os podéis ni imaginar el que nos dio Vicente... pese a todo el trabajo que tenía (y que pudimos comprobar, porque el móvil no paraba de sonarle y acudía gente en cada momento) vino a recibirnos, nos enseño todo el entresijo de la vuelta (que es impresionante), nos presentó a todo el que pasaba cerca, se notaba que estaba contento de tenernos allí, que es una acción importante para él la colaboración que van a tener con la Fundación (el maillot del ganador de la vuelta 2010 lo van a entregar a la Fundación Carreras con fines benéficos).
Una de esas personas a las que conocimos fue Abraham Olano; debo reconocer que a Raúl y Yolanda no sabían quién era, pero yo estaba encantado de saludarle.
Vicente nos subió al podio antes de que empezara la carrera y se tuviera que ir; la gente nos miraba y aquí es donde entra lo importante, se veía bien clara la camiseta, se veía bien clara la palabra leucemia... pensarían cualquier cosa, pero el mensaje estaba por allí.
Después nos dejó para que paseáramos por allí, por donde están los equipos, los stand de las marcas; aquí Yolanda disfrutó cogiendo los pin, gorras... y Raúl como loco con los pinchitos de unos sandwiches que tenían forma de espada (no deja de ser un niño de 5 años).
No conforme con todo esto, Vicente tuvo el "detallazo final"; vino a buscarnos y nos llevó a la caravana donde serigrafían los maillots que entregan a los corredores, y allí hicieron uno para Raúl, pero no uno cualquiera, el del ganador.
Puede decirse que el primer maillot de líder lo ha tenido Raúl; y por eso había que pasar por el podio para celebrarlo, además con sus azafatas y todo el protocolo de los grandes campeones.
Luego pudimos disfrutar en primera línea de la entrega del trofeo al equipo ganador, las azafatas subiendo y bajando rápidas para cambiarse las chaquetas de patrocinadores, el cava; el maillot al primer líder oficial (el oficioso era Raúl).
Ha sido una experiencia muy bonita, inolvidable... por desgracia la siguiente foto no me salió bien, pero demuestra que lo que dije al principio es verdad, la cara de Vicente lo deja bien claro (estaba contento por tenernos allí).
Por cierto, el día siguiente fuimos a casa de unos amigos y Raúl se quiso poner el maillot, que no se quitó ni un momento (esta foto la sacó él mismo).
Por todo esto solo me queda agradecer a la Fundación Carreras (Belén y Raissa) por darnos la oportunidad de representarlos y a Unipublic / A3-eventos (Vicente Férez) por el trato que nos dio en todo momento.
Pese a todo, un pensamiento me pasó por la cabeza... y no quiero que ningún niño, y ningún padre tenga que pasar por lo mismo que nosotros hemos pasado.