Como suele pasar con los niños, la inocencia es una de esas cosas que siempre te maravillan.
Bobo era su payaso favorito, supo ganarse a Raúl de la forma que lo hace la gente buena... con cariño y paciencia. Por desgracia Bobo se fue. A todos nos cogió por sorpresa; todavía recuerdo a mi hija Yolanda llorando desconsolada.
A Raúl no le hemos dicho que no volverá a verlo; incluso cuando hemos visto a los otros payasos ha preguntado por él.
Cuando terminó su fiesta de cumpleaños le dieron un globo en forma de perro. A la mañana siguiente el globo se había desinflado (suele pasar) y él, con su tonito de voz, cuando nosotros le preguntamos qué hacer con el globo nos dijo: "le pedimos a Bobo que nos haga uno".
Os aseguro que me dejó de piedra. Creo que durante mucho tiempo Bobo será una parte importante de sus recuerdos. De sus buenos recuerdos. Y de los nuestros, sin lugar a dudas.
Gracias Bobo por todo lo que hiciste. Un abrazo amigo.
2 comentarios:
¡Qué bonito¡ gracias a los pasayasos que hacen más llevadera la estancia y la enfermedad a los niños. Gracias a los médicos, enfermeras y donantes, que nos facilitan esta lucha por la supervivencia, pero un MONUMENTO a NUESTRAS FAMILIAS, por estar ahí SIEMPRE, no dejarnos caer. Mi lucha por la supervivencia va dedicada a ellos.
que historia más tierna. Gracias por compartirla
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