domingo, 26 de octubre de 2008

Hoy ha sido duro

Hoy ha sido un día duro. Y es un día duro porque ves bien a tu hijo, lo ves jugar, con ganas de bromear, riendose y disfrutando de las visitas que recibe.

Pero cuando sales del hospital y estás solo porque, aunque te rodea mucha gente, me siento muchas veces solo. Y fuera del hospital tengo que luchar por mi hija... lo que, en ocasiones es un foco de conflictos con mi mujer, porque ella piensa una cosa y yo otra (sobre la forma de actuar en determinadas cosas). Y al final una discusión y un enfado por una tonteria, pero yo soy el que está con la niña fuera del hospital, yo soy el que ve la cara de mi niña cuando volvemos a casa y su hermano y su madre se quedan allí.

Te sientes incomprendido, pero te das cuenta que no merece discutir por algunas cosas.

Esta semana tiene que volver a punzarle, y los resultados, al menos eso nos han dicho, son cruciales... Todo eso es lo que se te queda en la cabeza, por eso ha sido un día duro.

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