jueves, 27 de mayo de 2010

Hablando en la gasolinera


Desde hace bastante tiempo suelo echar gasolina en el mismo sitio; soy de costumbres más o menos fijas.

Uno de los encargados había visto a Raúl con la mascarilla, la gorra; a mí con la camiseta de la Fundación. Un día me preguntó por él (además, hacía bastante tiempo que no me acompañaba) y le conté toda la evolución de la enfermedad. Se quedó frío, y se alegró al saber que todo había salido bien.

Desde ese día no hemos vuelto a coincidir con él, y ha pasado bastante tiempo; de hecho, cada vez que me veía me preguntaba por Raúl.

Hoy hemos coincidido los tres, y junto a él había una compañera realizando una promoción. Cuando le contó la historia de Raúl no pudo contener las lágrimas, además una hermana suya tiene un cáncer de mama.

Nos llevamos un rato hablando, y otro cliente se unió a la conversación; un familiar suyo había fallecido por culpa de la leucemia, y otro se había salvado, "me alegro" fue lo que me dijo con una amplia sonrisa.

Son muchos los casos de cáncer que estoy conociendo (demasiados), un abrazo a todos.

ANIMO.

2 comentarios:

Peter Pantoja Santiago dijo...

...En la unión está la fuerza y en la difución la esperanza de calidad de vida!! Adelante Siempre!!

Encarni Moreno dijo...

Demasiado Pablo,yo tambien tengo esa impresiona,cada vez mas casos,cada vez mas...