sábado, 23 de mayo de 2009

Un pequeño balance

Ahora que Raúl está bastante bien, te pones a pensar un poco en lo que hemos vivido; en la gente que nos ha apoyado, que ha tenido (como siempre digo) aunque sea un pequeño pensamiento de ánimo y cariño. Es verdad que te da miedo analizar esto, como si ya hubiera acabado todo, aunque soy muy consciente de que nada ha terminado aún, que todavía nos queda mucho por delante, aunque también hay que decir que se ve de otra manera. Miedo porque crees que al mirar un poco atrás puedan cambiar las cosas, y las cosas van muy bien para que cambien.

Siempre he intentado dar las gracias de un modo unipersonal e incluso anónimo; no obstante creo que hay ciertas personas que merecen un reconocimiento especial; especial no porque haya coincidido en un momento puntual sino por la continuidad y lo necesario de esos momentos. Además Marijose se “apunta” a estas palabras de agradecimiento, nunca ha querido escribir en el blog, ni participar en los foros, pero ella tiene más memoria que yo para los nombres.

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Del Hospital Puerta del Mar de Cádiz no puedo dejar de nombrar al personal médico y de enfermería de la UCI, aunque destacan, y solo un poco por encima del resto Lola, el Dr. Chano y el Dr. Arturo.

Ya en la Planta 7ª nos encontramos con gente tan maravillosa como Paloma con sus juegos, Sole son su buen hacer y comprensión, Manoli nuestra karateka, Carmen Reina que nos salvó de una parada respiratoria, Pepi Toro que llevó a su nieto para que jugara con Raúl. No puedo olvidar a las maestras del cole: Meli (a la que Raúl llamaba abuela) y Ana; Laura, nuestra informática particular. Y nuestras limpiadoras Rosi con sus  peleas con Raúl, y Chari, que se le enciende la cara cada vez que nos ve.

Por supuesto Viky, su hematóloga, y Mari Carmen que llevó a Raúl al principio, por su dedicación y profesionalidad.

La Asociación Todo por una Sonrisa y a su payaso Bobo especialmente, por la maravillosa labor que realizan todos los lunes en el hospital.

Los voluntarios de la Cruz Roja, por jugar un ratito con Raúl.

Ya en Córdoba ha destacado el personal de enfermería de la tercera planta de pediatría, sobre todo a Bea, una sonrisa siempre, y Paqui. Los enfermeros de la  UCI: Antonio, Rafi, Andrea, Gabi, y “su amiga Ana” (una auxiliar) y el Dr. Ignacio. Nuestra enfermera de la consulta: Paz, su nombre ya lo indica todo, que tiene una dulzura en el trato indescriptible. La maestra Concha. Y el grupo de hematólogos que nos está tratando, los doctores: D. Pedro, Dr. Molina y la Dra. Toñi.

La Asociación contra el Cáncer de Córdoba, una labor impresionante y muy bien organizada; todos los días una visita, un apoyo.

Y sobre todo a todos los enfermos y familiares con los que nos hemos cruzado, todos han tenido algo que ver en nuestro estado de ánimo, un apoyo y sin lugar a dudas, una familia fuera de nuestra familia.

Nuestros amigos de toda la vida, que han estado y siguen estando ahí: Javi, Fabián, Ani. Celia: que se ha implicado muchísimo en todo el tema. Y amigos nuevos como Eva, una sevillana que, desde que conoció el caso de Raúl, nos llama todos los días pese a no conocernos personalmente.

A todos nuestros conocidos y “desconocidos” que han tenido un pensamiento, un momento para acordarse de Raúl o de nosotros.

Al fútbol sala femenino: Pvo. Cádiz F.S. Femenino – Zona Franca de Cádiz (mi equipo).  Al F.S.F. Castelldefels, Cajasur Córdoba, Móstoles y otros muchos que han colgado los carteles en sus webs o han realizado otro tipo de acción. Al equipo del “Tiempo Libre” y a sus padres, lo bonito de un gesto (se ha visto en los vídeos).

A la página web futsalsurfem, con Porti a su cabeza, que ha atendido todas mis demandas desde el primer momento.

Al Cádiz C.F. que puso la fundación que lleva su nombre totalmente a nuestra disposición.

A la Fundación Carreras, con Eva Roig como contacto; así como a los que participan en su foro.

Por supuesto a nuestros familiares, que han dado un giro al concepto cerrado que yo tenía de familia.

Especialmente a todos los donantes (de lo que sea), por su labor altruista.

A nuestra hija, y sobre todo a Raúl por su fuerza e inocencia (la principal fuente de su estado de ánimo).

No ha terminado nada todavía, aún nos queda mucho por luchar, pero a todos nos gusta recibir un abrazo de vez en cuando, y ésta es la mejor forma que se nos ha ocurrido. Por supuesto que queda gente fuera de este escrito, que nos disculpe.

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