Ayer celebraron la fiesta de fin de curso en el colegio de Yolanda y Raúl. Este año lo habían ambientado en la música desde los 60 a los 90. Los primeros que actuaron fueron los niños de infantil de 3 años (la clase de Raúl); pero él no estaba allí, no estaba bailando, ni siquiera estaba viendo a los que tendrían que ser sus compañeros y amigos (aunque han subido los leucocitos preferimos que no esté en sitios donde haya mucha gente). Cuando empezaron a bailar los niños de su curso no pude remediar pensar en mi hijo, ¿bailaría?, ¿se quedaría quieto?, ¿se cortaría en el escenario?... muchas preguntas que espero poder contestar en la fiesta del curso que viene.
La que hizo su baile y tuvo toda nuestra atención por unas horas, que también se lo merece, fue Yoli; muy seria en su papel y llevando muy bien el ritmo. Iban de hippies, cantando "si yo tuviera una escoba". Se divirtió con sus amigas... pasamos un rato agradable.
Además, como tenía que bailar dos veces, porque uno de los bailes era con su curso y el otro con el grupo del comedor escolar, estuvimos más tiempo del que habíamos planeado. Lo importante es que lo pasamos bien.
2 comentarios:
Esta parte del proceso es un poco dura emosionalmente hablando, pero les crea una mayor fortaleza que ustedes muestran con una capacidad y altura envidiable, en la justa y equitativa distribuicion del tiempo para ambos, es parte esencial y se que ustedes lo hacen como es, enhorabuena por la peque tambien. Peter
Te comprendo y aunque es un poco amargo no verlo allí es dulce saber que está con ustedes,la vida es así agridulce,pero lo importante es que si no estuvo es porque ha librado sus batallas y está ganando!!!!!!!!!!!Ya podrás verlo dentro de un tiempo llevando una vida como los otros niños,no te impacientes,este proceso es lento,y tu fortaleza se pondrá a prueba muchas veces,nunca te desanimes,y no prestes atención a lo que el no haya podido hacer hoy,piensa en todo lo que hará el día de mañana!un abrazo!!!!!!!
Publicar un comentario